
No me siento la indicada, ni mucho menos la correcta. Estoy llena de defectos, a veces hasta olvido mis virtudes, finjo valentía en algunos momentos y me desmorono en otros. Pierdo de vista el camino, hablo cuando no es debido; Discuto sin razón y peleo sin motivos; Olvido lo que tengo que decir, confundo las palabras; me canso y abandono, me confundo y me enojo. ¿De donde venía? ¿Hacia donde íba? No importa. . . No importa mis defectos, tampoco mis virtudes. Esto es lo que soy y es lo q puedo darte. . .