sábado, 10 de octubre de 2009

Odio que me mientas y que tengas razón, odio que alegres mi corazón, pero aún más que me hagas llorar. Odio no tenerte cerca y que no me hayas llamado. Pero sobre todo odio NO poder odiarte porque no te odio NI SIQUIERA un poco, N A D A en absoluto. . .